de nuestra Historia

En 1993 se inicia formalmente la labor educativa del Instituto Gutenberg con el Nivel Inicial, incorporando la enseñanza de la lengua alemana, siendo ésta una característica propia del Instituto.

El pensamiento científico, el valor de la pregunta, el compromiso docente y la apertura ecuménica hicieron que el Instituto Gutenberg adquiriera el reconocimiento de la sociedad posadeña.

Estimulando la libertad de expresión, los valores cristianos, la creatividad, el respeto al pluralismo de las ideas, y el amor al prójimo en acciones cotidianas, desarrollando el sentido de equidad y apertura hacia distintas formas de pensar y valorar promocionando los Derechos Humanos y la equidad de género.


 

         

 

 


del nombre gutenberg

 

La invención de la imprenta de tipos móviles cambió la era de las comunicaciones. La Biblia Vulgata latina fue impresa por Johannes Gutenberg en 1454.

Con la aparición de la imprenta la Reforma del siglo XVI encontró allanado el camino para que la Biblia, traducida por Martín Lutero al idioma del pueblo en 1534, se difundiera por toda Alemania.

El Instituto lleva su nombre en reconocimiento a la importancia de la difusión de las ideas y al conocimiento como acceso a la libertad y a la construcción de ciudadanía, en un mundo plural y diverso.

Johannes Gutenberg (Maguncia, Sacro Imperio Romano Germánico, c. 1398-ibídem, 3 de febrero de 1468) fue un orfebre alemán, inventor de la prensa de imprenta con tipos móviles moderna (hacia 1440). Su mejor trabajo fue la Biblia. La imprenta de Gutenberg es una adaptación de las prensas utilizadas para exprimir el jugo del racimo de uva en la elaboración del vino. Después de la invención del tipo y de la adaptación de la prensa vinícola, Gutenberg siguió experimentando con la imprenta hasta conseguir un aparato funcional.

En la Alta Edad Media se utilizaba la xilografía en Europa para publicar panfletos publicitarios o políticos, etiquetas y trabajos de pocas hojas. Para ello se trabajaba el texto en hueco sobre una tablilla de madera, incluyendo los dibujos —un duro trabajo de artesanos—. Una vez confeccionada, se acoplaba a una mesa de trabajo, también de madera, y se impregnaban de tinta negra, roja o azul (sólo existían esos colores), después se aplicaba el papel y con rodillo se fijaba la tinta. El desgaste de la madera era considerable, por lo que no se podían hacer muchas copias con el mismo molde. Cada impresor fabricaba su papel, otorgándole su propia marca de agua a modo de firma de impresor. Por estas marcas de agua es por lo que se conocen sus trabajos.

En este entorno, Gutenberg apostó a ser capaz de hacer a la vez varias copias de la Biblia en menos de la mitad del tiempo de lo que tardaba en copiar una el más rápido de todos los monjes copistas del mundo cristiano, y que éstas no se diferenciarían en absoluto de las manuscritas por ellos. En vez de utilizar las habituales tablillas de madera, que se desgastaban con el uso, confeccionó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente rellenó los moldes con hierro, creando los primeros «tipos móviles». Tuvo que hacer varios modelos de las mismas letras para que coincidiesen todas con todas, en total más de 150 «tipos», imitando perfectamente la escritura de un manuscrito. Tenía que unir una a una las letras que sujetaba en un ingenioso soporte, mucho más rápido que el grabado en madera e infinitamente más resistente al uso.

Como plancha de impresión, amoldó una vieja prensa de uvas a la que sujetaba el soporte con los «tipos móviles», dejando el hueco para letras mayúsculas y dibujos. Éstos, posteriormente, serían añadidos mediante el viejo sistema xilográfico y terminados de decorar de forma manual.

 

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