De la realidad y el contexto
Como respuesta a la necesidad de atender a las migraciones forzadas, el Consejo Directivo de la Congregación San Pedro implementa en mayo de 2018 la “Pastoral a los migrantes forzados”.
Esta decisión representa la coherencia a un trabajo con migrantes que la Iglesia asume como resultado de las migraciones de pos-guerra en el siglo pasado y continúa con la creación de organismos ecuménicos en la década del ´70, como el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), y la Comisión Argentina para los refugiados y migrantes (CAREF), con motivo de las migraciones forzadas desde la República de Chile.
Este programa ha integrado a la Congregación y al Instituto Gutenberg a fin de concientizar sobre los procesos que llevan a las migraciones forzadas. A partir del 2019 el programa cuenta con el aporte y acompañamiento de la Evangelical Lutheran Church in America (ELCA)
Se ha destinado el predio de la Misión Santiago apóstol, en el barrio Don Santiago, como lugar físico para atender a las familias migrantes y favorecer el acceso al apoyo escolar que allí se brinda, transformándose en el Centro de Albergue para Migrantes y Refugiados.
En el inicio del programa, en mayo de 2018, tres familias migrantes son las primeras residentes en el albergue, luego de algunos meses se convierte finalmente a la modalidad actual, a cargo del Referente Regional de la Comunidad Venezolana y la presencia de la Congregación. Hasta el presente el Albergue ha brindado refugio y contención a más de 300 personas.
Desde la perspectiva bíblica, teológica y confesional la pregunta ¿quién es mi prójimo? refiere al acto de amor y de inclusión recíproca al otro que no soy yo, a la construcción individual y colectiva de la cultura como signo de identidad y pertenencia. Asimismo al concepto evangélico de la responsabilidad social y ciudadanía.
La atención a la identidad cultural nos ha ayudado a un servicio más inclusivo y empático, descubriendo la necesidad de explorar en el campo de las comunicaciones y las redes sociales para fortalecer identidad, valores, recursos y esperanza en esta diáspora forzada.
Desde este pequeño espacio se ha logrado diagnosticar la carencia y limitaciones que traen los y las migrantes venezolanos, por lo que la Pastoral a migrantes se amplió a brindar orientación en rutas migratorias, orientación y acompañamiento en el proceso de radicación, asistencia en temas de salud, escolaridad, preservación de la identidad cultural, inserción social, laboral, contención emocional y espiritual. Surge así una relación de cooperación conjunta con Arepa Viva.
Con el surgimiento en la comunidad migrante de Arepa Viva, se evoca en el imaginario colectivo a través de esta típica y popular comida de la gastronomía venezolana, el sentido cultural de identidad y unidad en el partimento del pan.
Desde Posadas y Garupá, se asiste a las necesidades de las comunidades en las otras doce ciudades favoreciendo la organización en seis de ellas, a fin constituirse como grupo solidario desde y hacia la comunidad, en procura de la emancipación a partir del encuentro, el esfuerzo propio y comunitario.
El impacto emocional, económico y social por Covid-19, nos ha desafiado a nuevas estrategias para contener a las familias venezolanas en los campos de la salud emocional, conformando un grupo de profesionales venezolanos voluntarios para asistir a las familias migrantes en diferentes ciudades del continente y a sus parientes que han quedado en Venezuela.
Se ha favorecido en la Ruta de migración forzada (Colombia-Ecuador-Brasil-Perú-Chile-Argentina) el Corredor de atención virtual y contención emocional, Mediante la Red de Favores de Arepa Viva, organización auspiciada por la Pastoral, atendiendo virtualmente a unas 2000 personas. Asimismo la Pastoral ha interesado a los programas de la Iglesia Luterana en la región a la conformación de una Red de Comunicación para interactuar experiencias y servicios.
La red de comunicación, asesoramiento, y apoyo en la región dado el COVID-19 asiste forma permanente a todos los migrantes venezolanos. Dada la situación social inédita a consecuencia de la pandemia, con crisis propias del desarraigo, el duelo, la fragmentación familiar y la perdida.
Entre otros proyectos se ha implementado el certamen de cartas para migrantes, “Cartas desde la Diáspora”, oportunidad terapéutica y de comunicación vista desde el auto relato, y un recurso literario importante en el orden de migración y cultura.
El objetivo principal del proyecto es “Contribuir a que los migrantes venezolanos se sientan integrados y acompañados en el acceso a derechos, contribuyendo a la diversidad cultural y productiva de la región sin perder su identidad.”
Arq. Lilian Carmen Beck liliancarmenbeck@yahoo.com.ar
Consejo Directivo Congregación San Pedro
Lic. José León Toro Mejías lapalabrabraquesomos@gmail.com
Referente Regional de la Comunidad Venezolana
Pastor Congregación San Pedro Lic. Ricardo Veira ricardoveira@yahoo.com.ar